Bruselas abre la puerta a que las grandes compañías tecnológicas como Google, Amazon, Netflix o Meta contribuyan a financiar el despliegue de nuevas redes de telecomunicaciones de alta velocidad, tal y como demandan las grandes operadoras europeas como Telefónica, Deutsche Telekom, Orange o Vodafone. La Comisión Europea sostiene que todos los beneficiarios de la transformación digital deben contribuir de manera justa a las inversiones necesarias en la infraestructura de conectividad.
Como paso previo a presentar una propuesta legislativa, el Ejecutivo comunitario ha lanzado este jueves una consulta pública con el objetivo de recabar la opinión de todos los actores interesados. La fecha límite para presentar una contribución es el 19 de mayo de 2023. A partir de los resultados de esta consulta, el Ejecutivo comunitario decidirá qué medidas debe adoptar para impulsar la inversión en las redes de nueva generación.
"La carga de estas inversiones es cada vez más pesada debido al bajo retorno de las inversiones en el sector de las telecomunicaciones, el aumento del coste de las materias primas y el contexto geopolítico mundial que ha encarecido también el precio de la energía", ha explicado el comisario de Mercado Interior, el francés Thierry Breton, responsable de la iniciativa.
"Los proveedores de contenidos y de aplicaciones por internet han podido desarrollar productos cada vez más atractivos gracias precisamente a la elevada calidad de las redes de conectividad que utilizaban. Y estamos en una coyuntura en que las finanzas públicas están muy limitadas. Eso plantea interrogantes sobre el reparto de las contribuciones para financiar la próxima generación de infraestructuras de conectividad", argumenta Breton.
"Por eso, además de facilitar el despliegue de la red a corto plazo, estamos explorando la importante cuestión de quién debe pagar la próxima generación de infraestructura de conectividad, incluida la cuestión de si las plataformas deben compartir el coste de la inversión en conectividad de próxima generación con los operadores de telecomunicaciones", ha apuntado.
El comisario de Mercado Interior sostiene que "esta reflexión no se plantea contra nadie en particular, sino a favor de nuestros conciudadanos y empresas, para aportarles conectividad, innovación e infraestructuras". Breton tampoco ha aclarado cómo se haría pagar a las plataformas digitales, si sería a través de una tasa o con otro tipo de mecanismo.
El objetivo último de la consulta pública es recabar las opiniones de todos los interesados sobre cómo garantizar que las inversiones necesarias para el despliegue de las nuevas redes se movilicen sin demora en toda la Unión. De ahí que Bruselas plantee "la necesidad de que todos los actores que se benefician de la transformación digital contribuyan de manera justa a las inversiones".
El Ejecutivo comunitario admite que se trata de "un tema complejo que requiere un análisis exhaustivo de los hechos y las cifras antes de decidir sobre la necesidad de nuevas medidas". Y reitera su compromiso con la protección de un internet "neutral y abierto".
Al mismo tiempo, Bruselas destaca que la Declaración Europea sobre los Derechos y Principios Digitales establece que "todos los actores del mercado que se benefician de la transformación digital deben asumir sus responsabilidades sociales y hacer una contribución justa y proporcionada a los bienes, servicios e infraestructuras públicas, en beneficio de todos los europeos".