La tensión entre las operadoras de telecomunicaciones y las plataformas de contenidos por determinar si estas últimas deben colaborar en la financiación de las redes de distribución de contenidos llega al Parlamento Europeo. El pleno de la Eurocámara ha pedido este martes que las firmas que ofrecen servicios a través de las infraestructuras de comunicación, como Netflix o Youtube, contribuyan a pagar las redes de telecomunicaciones.
En una votación en el pleno de la Eurocámara en Estrasburgo, los eurodiputados han respaldado una enmienda al informe anual de Política de Competencia 2022 en la que se solicita que "se establezca un marco político en el que los grandes generadores de tráfico contribuyan de manera equitativa a una financiación adecuada de las redes de telecomunicaciones, sin perjuicio de la neutralidad de la red".
La enmienda apoyada en el pleno del Parlamento Europeo insta "a la Comisión a que aborde y mitigue las asimetrías persistentes en el poder de negociación" y resalta que la "sostenibilidad económica de las redes de telecomunicaciones es esencial para alcanzar los objetivos de conectividad de la Brújula Digital 2030". Todo ello, "sin poner en riesgo las normas de competencia".
Lo cierto es que el debate sobre si las proveedoras de contenidos a través de internet como Netflix, Youtube Amazon, Meta, Google, Apple o Microsoft, deben contribuir a pagar la infraestructura de red lleva un tiempo sobrevolando Bruselas. Las telecos consideran injusto destinar miles de millones de euros a crear una infraestructura de la que se benefician unos pocos gigantes tecnológicos, que utilizan gran capacidad de las redes de comunicación para distribuir sus servicios.
Por su parte, los gigantes tecnológicos y los proveedores de contenidos a través de internet consideran que de esta manera las operadoras cobran por partida doble: de las tecnológicas y los consumidores y defienden que la propuesta atenta contra la neutralidad de la red.
La cuestión se percibe desde dos puntos de vista: las telecos piden una contribución económica por parte de las empresas tecnológicas al despliegue de redes, lo que han llamado fair share (reparto equitativo en español). Mientras, las proveedoras de contenidos a través de internet lo entienden como un tributo a pagar por utilizar las infraestructuras, es así que han bautizado este requerimiento como network fees (cuota de red en español).
Tras el respaldo a la enmienda en el pleno de la Eurocámara, el responsable de Políticas Públicas, Regulación y Competencia de Telefónica, Juan Montero, ha señalado que la votación "expresa un mandato democrático para abordar y mitigar las persistentes asimetrías en el poder de negociación entre los Grandes Generadores de Tráfico y los operadores de telecomunicaciones".
Además, Montero ha abogado por "cerrar la brecha de inversión de 174.000 millones de euros identificada por la Comisión Europea para alcanzar los objetivos de conectividad". Y es que la UE se ha marcado como objetivo conectar a 45 millones de personas a la banda ancha 5G hasta 2030.
Fue el pasado febrero cuando el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton lanzó una consulta pública a las partes interesadas para reunir puntos de vista sobre la contribución de las plataformas digitales al despliegue de redes de comunicación. Si bien el plazo terminaba el pasado 19 de mayo, la idea era captar información para sacar adelante una propuesta legislativa que regule tal cuestión. Un proceso legislativo que el comisario francés apremió a que se realizara antes de las elecciones europeas del 2024.
Hace algo menos de un mes, Meta, la compañía matriz de Facebook, ha manifestó su rechazo a contribuir a la financiación de las estructuras de redes de telecomunicaciones. El grupo también dueño de WhatsApp e Instagram tildó de "erróneos" los planteamientos de las teleoperadoras. Además, criticó que quieran "recibir subvenciones cruzadas" y argumentó que "tergiversan el ecosistema digital, incluida la relación simbiótica entre telecos y proveedores de aplicaciones".