top of page

Los retos que plantea la oposición y lo que aportará a mi vida

Una oposición es un proyecto vital, y especialmente en las oposiciones del subgrupo A1 de la Administración General del Estado, como es la que nos ocupa.


Los motivos se pueden reducir a los siguientes: un temario denso y extenso que es difícil de abordar, pero quizás, y más importante todavía, la lejanía temporal que existe entre el momento en que decides comenzar con este desafío hasta el momento en que se logra el objetivo, lo que obliga a los opositores a gestionar un elevado nivel de incertidumbre.


Por tanto, antes de opositar conviene saber si tenemos un compromiso muy fuerte para poder llevar adelante este proyecto vital de manera satisfactoria. Quien escribe estas líneas, considera que este proceso, pese a todas las dificultades que se puedan presentar a lo largo del mismo, es gratificante, y que, puestos en una balanza los aspectos positivos y negativos merece la pena el esfuerzo.


Lo primero que tengo que decir, es que, cualquier ingeniero industrial ha demostrado ya durante su formación universitaria una gran capacidad de sacrificio, compromiso con el estudio y capacidad intelectual como para poder abordar una oposición de este tipo con éxito. Por tanto, TODOS, y repito de nuevo, TODOS los que se plantean presentarse a estas oposiciones, deben ser conscientes de que cuentan con las capacidades necesarias para poder afrontarla con éxito.


Sin embargo, el estudio de la oposición difiere sustancialmente del estudio universitario, pese a los aspectos comunes que pueda haber entre ambas situaciones. En la universidad se estudian conceptos teóricos que es necesario comprender para aplicarlos en la resolución de problemas, mientras que en la oposición es esa comprensión la que nos va a permitir almacenar una gran cantidad de información en nuestra mente para poder exponerla adecuadamente.


Por tanto, podemos decir que la oposición se reduce a dos aspectos que no son menores: tener el tiempo suficiente para asimilar los conceptos y gestionar la incertidumbre del proceso.


Cada opositor debe analizar de cuánto tiempo dispone, esto dependerá de sus circunstancias personales, sabiendo que dicho tiempo le va a condicionar en gran medida el plazo para lograr el aprobado y el consiguiente desgaste que esto conlleva.


No es lo mismo preparar una oposición sin trabajar que compatibilizando trabajo y oposición pero es cierto que en base a la experiencia de los opositores que lo hacen trabajando, estos optimizan y aprovechan mucho mejor el tiempo. Aun así, sea cual sea las circunstancias en las que se encuentra el opositor, deberéis ser unos estoicos, teniendo una gran disciplina y cumpliendo a rajatabla una estricta dinámica durante un largo periodo de tiempo.


Otro reto importante al que se enfrenta el opositor, es el de no lograr el objetivo a la primera, situación que le ha acontecido a la persona que escribe estas líneas y tengo que reconocer que fue el momento más difícil. Suspender cuando estás cerca del objetivo es duro, durísimo, y levantarse y volver a empezar lo es más todavía.


Es en este momento cuando tienes que volver a preguntarte y responder, y esta vez con más valor si cabe, si de verdad quieres convertirte en un alto funcionario, ejecutivo del Estado. Tengo que reconocer que, durante el proceso de oposición, un servidor lo pasó rematadamente mal, pero no sé si es que el cerebro tiende a olvidar los malos recuerdos y el sufrimiento soportado, que ya lo recuerdo con lejanía o incluso lo he llegado a olvidar.


Una vez comentadas las piedras que podéis encontrar en el camino hasta alcanzar el objetivo, ¿qué balance me deja la oposición? Pues tengo que reconocer que es muy positivo, y no sólo me limito al premio, que es tremendo, o al bagaje cultural que aporta un temario como el que tenemos que afrontar, sino porque permite conocer los límites de cada uno.


Hay quien piensa que uno conoce sus límites cuando lo encierran en una prisión: pues quizás afrontar un proceso como este sea lo más parecido a encontrarse temporalmente "aprisionado", lo cual permite darse cuenta de lo que uno vale y de lo que es capaz de aguantar y resistir. Y esto permanece con uno durante toda la vida.


Otro aspecto muy importante que me ha dejado la oposición es el de saber a qué personas le importas, quienes son los que están ahí y sufren el proceso contigo, sin reproches, sólo para apoyarte en unas circunstancias que si no las vives creo que son imposibles de comprender, y aquí estará tu familia más próxima, los preparadores, unos cuantos amigos de verdad y, en su caso, tu pareja.


Por último, no me quiero olvidar tampoco de los compañeros de oposición. En la universidad me di cuenta que la dificultad une, porque de allí me llevé amigos para toda la vida, y en el proceso de oposición también. Es decir, además del premio gordo de aprobar, de conseguir tu objetivo vital y darte cuenta de lo que vales, en este caso logres o no el objetivo, te llevas un regalo que son los amigos que haces durante el proceso.


En este tipo de oposiciones y en el momento actual, con un número elevado de plazas disponibles, tenemos la fortuna de que los opositores no compiten entre ellos, sino contra el temario (contra uno mismo), lo cual hace que haya una competencia sana y se fomente el compañerismo.


Mucho ánimo y suerte, aquí nos tenéis a quienes deseéis llevar a cabo este desafío.


311 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page