El Ministerio de Industria continúa avanzando en la fórmula para repartir la segunda convocatoria del Perte del vehículo eléctrico y conectado (#PERTE_VEC) tras una primera decisión que provocó tensión con las grandes del sector. En esta segunda línea de ayudas, el Gobierno ya tiene pergeñada la negociación con la Comisión Europea para incrementar el montante de las subvenciones, por un lado, y para flexibilizarlas, por otro. El límite máximo para cada empresa o proyecto se elevará hasta un 30%.
Hay más de 2.181 millones pendientes de definir. En la primera entrega se concedieron 793,73 millones a diez proyectos, por lo que más del 70% del Perte se definirá en las próximas semanas.
Este segundo reparto estará regido por un cambio en la normativa de las ayudas de Estado que Bruselas ha introducido a raíz de la ley para reducir la inflación impulsada en Estados Unidos. Para intentar evitar una fuga de inversiones, la Comisión ha cambiado las reglas del juego con el objetivo de que los países puedan hacer llegar a las empresas subvenciones de una forma más ágil y directa.
La negociación con Bruselas para mejorar las ayudas a la automoción fue iniciada por el equipo de Reyes Maroto en Industria y está siendo culminada por el de Héctor Gómez. Entre las novedades cabe destacar que se aumentarán sensiblemente las ayudas que recibirán los proyectos que se presenten. Para ello el Gobierno ha conseguido ampliar hasta en un 30% los límites máximos de ayuda para cada compañía o proyecto.
De esta forma, en la segunda entrega del Perte VEC se modificará el Reglamento general de exención por categorías (REGC) para que las transferencias sean mayores. En la tabla que contempla el Ministerio de Industria, y a la que ha tenido acceso La Vanguardia , se recoge un aumento notable de las ayudas en el citado RGEC. Por ejemplo, la más cuantiosa es la línea de investigación industrial, con 35 millones de euros, casi el doble que los 20 millones iniciales. O la de desarrollo experimental, que asciende hasta los 25 millones desde los 15 iniciales. La apuesta por la protección al medio ambiente tendrá un reconocimiento de 30 millones, frente a lo 15 iniciales, el doble. Los proyectos que se presenten podrán ver mejoradas estas cuantías, como ocurrió con la primera entrega del Perte, cuando las ayudas que se repartieron superaron las partidas de lo REGC.
Además de este incremento notable de las ayudas, España ha conseguido cerrar con Bruselas varias novedades más que afectarán a la segunda distribución del Perte de la automoción. Según explican fuentes de Industria, habrá posibilidad de recibir las subvenciones a proyectos más concretos que los contemplados en la primera entrega y se podrá optar a los fondos sin necesidad de asociarse con empresas de mediano y pequeño tamaño presentes en la cadena de producción. Es decir, el Ejecutivo contempla una flexibilización de las condiciones a las que hay que sumar la ya conocida de ampliación de plazos para que los proyectos puedan desarrollarse hasta 2028.
En el sector de la automoción hay grandes esperanzas depositadas en el segundo Perte VEC que el Gobierno quiere tener definido este verano. La intención es que este nuevo marco ayude a que dos gigantes que se quedaron fuera de la primera entrega o que apenas recibieron recursos, Ford y Stellantis, sí puedan estar incluidos en el nuevo reparto. Se unirían a Volkswagen y Seat en el grupo de principales perceptores. Renault en cambio, que ha apostado en España más por los híbridos que por los eléctricos, podría tener más dificultad.
Los nuevos fondos pueden servir para la llegada de dos modelos eléctricos a la planta de Ford en Almussafes en el 2026 y para la incorporación de una nueva línea de eléctricos en la fábrica de Stellantis en Vigo a partir de la plataforma Stella, que luego podría replicarse en los centros de Figueruelas y Madrid.
La idea es que, con los nuevos fondos, las grandes empresas puedan obtener de manera individual ayudas de hasta 350 millones de euros con las que desarrollar los proyectos. La previsión es que Stellantis aspire a unos 200 millones de euros y Ford, a cerca de 170 millones.
De los 2.181 millones, buena parte, cerca de 1.000 millones, se dedicará a las baterías de coches eléctricos. Es en esta parte en la que están invitados a entrar los inversores asiáticos, con compañías chinas como Byd o Envision ya posicionadas. También se espera que el gigante indio Tata analice sus opciones en España.
En la primera convocatoria del Perte, el proyecto más emblemático fue el de la fábrica de baterías de Sagunt, impulsado por Volkswagen y Seat, que recibirá un apoyo público de 360 millones y que contempla una inversión total de 3.000 millones de euros.
Volkswagen ha anunciado que movilizará inversiones de 10.000 millones de euros con todas sus iniciativas en España.