Granada estaba convencida de que el Gobierno ubicaría allí la sede de la Agencia Estatal de Supervisión de la Inteligencia Artificial (AESIA). Confianza estaba basada en un ecosistema puntero en el mundo en torno a esta tecnología.
Pero el día del anuncio se pronunció el nombre de la ciudad de La Coruña. Fue un palo para el Ayuntamiento y la Universidad granadina, principales impulsores de la candidatura de Andalucía. Evidentemente, no ha perdido potencia el ecosistema de inteligencia artificial generado en Granada durante décadas por quedarse sin AESIA. Sus investigadores van a seguir estando entre el top 100 mundial y los centros de excelencia y las grandes compañías, por poner más ejemplos, van a seguir acompañando.
Ahora bien, superado esta especie de concurso abierto por el Gobierno, a Granada le ha llegado el momento de volver a ilusionarse.
De hecho, esta ilusión no es precisamente nueva, porque lleva años trabajándose en la sombra, pero es ahora cuando afronta un momento decisivo.
Hablamos del trabajo del consorcio IFMIF-DONES España, encargado de desarrollar en Granada un proyecto singular en torno al sector de la fusión nuclear y que tendría como guinda la ejecución de un acelerador de partículas capaz de generar neutrones similares a los que aparecerían en un reactor de fusión.
Estos neutrones se lanzarán sobre unas muestras de materiales para ver cuáles son utilizables en un futuro reactor de fusión.

Por tanto, su objetivo es desarrollar una nueva fuente de energía basada en la fusión nuclear averiguando cuáles son los materiales adecuados para llevar a cabo un reactor que trabaje en modo continuo y que logre producir electricidad.
El consorcio IFMIF-DONES se creó en junio de 2021, mediante un convenio de colaboración entre el Gobierno y la Junta de Andalucía, y tiene como objetivo contribuir al Programa Europeo de Fusión, entre otras cosas, a través del diseño, construcción, equipamiento y explotación que lleva el mismo nombre.
El proyecto es una iniciativa del Laboratorio Nacional de Fusión del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) y será "una instalación internacional única", según explica a D+I el director del consorcio, Ángel Ibarra.
Además de su relevancia para el desarrollo de la fusión como fuente de energía, también será muy relevante en otras áreas de investigación y del conocimiento que podrán beneficiarse de su tecnología, como la medicina, la física de partículas, los estudios de física básica, la industria, etc.
900 millones de inversión
Esta instalación científica prevista en el municipio granadino de Escúzar y está prevista su puesta en marcha para 2030. Los primeros resultados se podrían obtener ya en 2035.
El alcalde granadino, Francisco Cuenca, remarca que este proyecto es uno de los grandes proyectos científicos de futuro del país y detalla que la inversión prevista sólo en su construcción es de 900 millones de euros y se prevé la generación de 1.000 empleos, de los que 400 corresponderá a personal científico y técnico.
