La industria alimentaria española pierde peso en el mundo. La fuerte subida de los precios ha provocado que las exportaciones en volumen se hayan hundido en el último año un 7,2%, una caída sin precedentes en los últimos años. "Vivimos un contexto muy complejo, con una fuerte subida de los costes. Estamos ante un escenario donde el protagonista es la inflación", ha explicado Mauricio García Quevedo, director general de la patronal FIAB, que ha mostrado su seguridad, en cualquier caso, en que "se trata de una situación coyuntural".
La inflación interanual ha disminuido una décima en el último mes, pero el precio de los alimentos sigue subiendo por encima del 16%. "A pesar de que estamos por debajo de la media europea siguen siendo datos elevados, pero la perspectiva es que habrá una tendencia a la baja", ha asegurado el secretario general de Agricultura y Alimentación del ministerio, Fernando Miranda.
Como consecuencia precisamente de la subida de precios, las exportaciones han subido un 9% en valor, hasta 41.643 millones de euros. El 57,7% de las exportaciones ha ido dirigido a la Unión Europea y el 42,3% al resto del mundo. Aunque en términos de valor ha habido crecimiento en prácticamente todos los países -en Países Bajos suben un 18,8%, en Alemania suben un 14,2%, en Francia un 14% y en Reino Unido un 7,3%- llama la atención el fuerte desplome en China, donde se hunden un 34,5%.
El secretario general del MAPA asegura al respecto que "China es un país que fluctúa por sus propias características comerciales, por lo que a veces reduce su oferta. El sector porcino ha aprendido de esto y ha diversificado sus exportaciones, por ejemplo, a Indonesia".
España es el séptimo país del mundo en valor de las exportaciones, a pesar de que estas se han visto fuertemente golpeadas por el aumento de los costes. El superávit comercial se ha reducido así por primera vez desde 2008 y registra una caída del 20,1%, hasta 10.640 millones de euros. Y no solo eso porque también se ha reducido un 2,3%, el número de empresas exportadoras.
Debido precisamente, según García Quevedo, "a la coyuntura tan difícil que hemos vivido" y al fuerte aumento de la inflación, el crecimiento de la producción ha sido de solo un 1,5%, hasta 144.955 millones de euros, muy por debajo de las ratios a los que se estaba creciendo antes de la pandemia, siempre por encima del 4%.
"Seguimos siendo el primer sector industrial. Demostramos que somos resilientes y seguimos creciendo en valor, aunque si se compara este dato con otros años, claramente se ha ralentizado la producción", dice el director geneal de la patronal.
El riesgo de la sequía
El riesgo de la inflación en cualquier caso no ha terminado, debido a la sequía, que está provocando una disminución de las cosechas sobre todo de aceite de oliva, cereales y cítricos. No obstante, "no solo ha afectado a España, sino también a muchos países productores de alimentos y que ha supuesto una reducción de la oferta de determinados productos", asegura el secretario general del ministerio.
Desde FIAB, por otro lado, resaltan la importancia de la innovación en el sector, y esperan que "el Perte Agroalimentario ayude a impulsar esto". Ahora mismo, 760 empresas son innovadoras y el 80% son pymes. "Se están valorando ahora las solicitudes de la primera convocatoria. Es una primera experiencia en una convocatoria de este tipo y tenemos que hacer evaluación de cómo ha ido", afirma el secretario general del ministerio. A lo que añade, que "es una buena oportunidad para aprender de cara al futuro y aprovechar estos fondos para la industria".