
La inflación de los alimentos prolongada en el tiempo está provocando que los hábitos de los consumidores varíen. La búsqueda de productos más económicos está a la orden del día. Por ello, esta crisis está haciendo que algunos formatos se vean más beneficiados que otros, como los hipermercados, condenados en los últimos tiempos al ocaso por la preferencia de la proximidad de los supermercados.
Según los informes que maneja el Gobierno y que están en línea con los expertos en retail, los usuarios han cambiado su forma de consumir: optan por cambiar las marcas de fabricante por la marca blanca o del distribuidor y buscan ofertas o sustituyen unos productos por otros equivalentes (congelados en lugar de frescos o diferentes tipos de carnes o pescados).
Las promociones son elegidas por el consumidor por el beneficio que le reportan y no les importa si implican un ticket de compra más elevado, según la consultora Kantar, que indica que las cestas en promoción siguen pesando un 36% sobre el total.
Y aquí, los hipermercados resurgen para liderar el volumen de promociones. Del total de todos los canales, el 18% de promociones se realizan desde un hipermercado. Le siguen los establecimientos discount (12,7%) y los supermercados (7,8%), según datos de finales de febrero.
