Tras muchos años paralizado, el Gobierno vuelve a retomar el proceso de liberalización de torres de control en España, donde en la actualidad solo 16 están bajo gestión privada. En concreto, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) sacará próximamente a proceso de audiencia pública una orden ministerial para la liberalización del servicio de control aéreo en las torres de determinados aeropuertos.
Esta orden podría afectar a siete aeropuertos en concreto: los de Palma de Mallorca, Málaga-Costa del Sol, Gran Canaria, Tenerife Sur, Tenerife Norte, Bilbao y Santiago, según fuentes cercanas al proceso, aunque el MITMA no confirma el número de aeródromos. Estos son los aeropuertos con más tráfico en España (sin contar con Barcelona-El Prat y Madrid-Barajas).
La propuesta responde a la solicitud de Aena del pasado 31 de enero, en la que el gestor aeroportuario propone al MITMA continuar con una nueva fase de apertura del servicio de tránsito aéreo de aeródromos a nuevos proveedores certificados en una serie de aeropuertos.
“La experiencia hasta el momento del servicio prestado por proveedores privados ha sido significativamente positiva en términos de calidad y eficiencia económica, por lo que la valoración del MITMA ha sido favorable a la solicitud de Aena”, señalan fuentes de la cartera liderada por Raquel Sánchez.
De esta manera, “lo que permitirá la futura orden ministerial es que Aena pueda optar entre diversos proveedores, siempre con los máximos niveles de seguridad pero con tarifas más reducidas, lo que contribuiría a una reducción de los costes operativos del transporte aéreo que las aerolíneas podrán repercutir en menor coste para los pasajeros”, añaden.
El Gobierno quiere con esto “profundizar en una reforma estructural” con el objetivo de mejorar “la calidad del servicio de control de torre y su eficiencia económica”.
Se trata de la mayor privatización de la gestión del control aéreo en España desde 2010, cuando se inició la liberalización. De hecho, desde hace años este tema no ha dejado de estar en la agenda política, sin embargo, nunca se había llegado a retomar de forma tan decisiva.