En la industria del automóvil hay consenso en que no habrá suficiente Perte del motor para tanto proyecto industrial. En el sector coinciden en que si se confirman los cambios en este programa de ayudas y préstamos a coste cero prometidos por el Ejecutivo, habrá sobre demanda. Así, la situación sería totalmente contraria a la del año pasado, cuando se quedó sin asignar aproximadamente el 75% de los fondos del Perte del vehículo eléctrico y conectado, unos 2.182 millones de euros.
“Estamos teniendo conversaciones y contacto permanente con Industria, pero hasta que no veamos todo por escrito, no podemos dar por seguras las condiciones”, indica Anfac, la patronal de los fabricantes de coches. Esto no sucederá hasta verano, según admitió el ministro de Industria, Comercio y Turismo, Héctor Gómez, que la semana pasada aseguró que el programa estaría preparado para junio (tiene que negociar con Bruselas), aunque su lanzamiento podría retrasarse a julio.
Hay una gran lista de empresas del motor interesadas en el programa, desde compañías de cargadores para vehículos eléctricos, como Wallbox; fabricantes de componentes o automovilísticas, como Stellantis, Ford, Renault o el propio grupo Volkswagen, que pese a haber sido el mayor beneficiado de la primera convocatoria, no descarta recibir fondos de esta segunda.
Uno de los principales motivos que impidió que se agotaran los fondos de la primera convocatoria del Perte el año pasado, fue el corto espacio de tiempo, a ojos de la industria, para acometer las inversiones. En las bases se había especificado que los beneficiados tenían hasta mitad de 2025 para gastar el dinero. Esto provocó que Ford, que en un principio había sido beneficiada por el Perte, rechazase finalmente los fondos que se le habían asignado de forma provisoria, ya que no planea traer sus coches eléctricos a la planta de Almussafes (Valencia) hasta la segunda mitad de la década.
Stellantis, el mayor fabricante de coches de este país, participó del Perte I con dos proyectos: Tesis, al que se le dio 52,2 millones, para la planta de Figueruelas (Zaragoza), y Aries, con 15,2 millones, para la factoría de Vigo. Sin embargo, por los plazos de las inversiones, no pudo pedir ayudas para traer las plataformas de producción STLA, algo que aseguraría el empleo de sus tres factorías españolas (la tercera la tiene en Madrid) para la próxima década y media. El Ejecutivo y la automovilística llevan meses dialogando para traer a España la plataforma de vehículos eléctricos pequeños (STLA Small), algo que no se confirmará hasta que salgan las bases del nuevo Perte.
Renault, por su parte, pidió al Ejecutivo que se incluya a los vehículos híbridos en el nuevo Perte, ya que la compañía tiene a España como su polo de producción de este tipo de coches (además de hacer varios modelos en Palencia y Valladolid, en Sevilla tiene la planta que hace todas las cajas de cambio híbridas del grupo). “El coche híbrido va a poder entrar en el Perte II siempre y cuando cumpla con el condicionante delDNSH”, había asegurado la anterior ministra de Industria, Reyes Maroto, en un acto de Anfac celebrado en febrero. Los DNSH son criterios que buscan que no se cause un perjuicio significativo al medioambiente. En Renault, a día de hoy, no saben si los coches híbridos se incluirán o no en el Perte.
Plantas de baterías
A estos hay que sumar proyectos como el de Inobat, compañía eslovaca que levantará una fábrica de baterías en Valladolid de 32 GWh, o el de Envision, que quiere hacer una gigafactoría de 30 GWh en Navalmoral de la Mata (Cáceres). Esta última llegó tarde al primer Perte y el Gobierno busca incluirla en la segunda convocatoria.
En marzo, el comisionado especial para el Perte del motor, José María López, había explicado que el programa contará con una línea específica para baterías, además de otra en la que se permitirá la presentación de proyectos individuales. Además, se reducirán las garantías exigidas para que las pequeñas y medianas empresas puedan acceder a las ayudas. “Llegarán hasta el 40% cuando antes era el 100%, y se incluirán entre los costes elegibles un 15% de los indirectos”, aseguró López.