
El presidente de Renfe, Isaías Táboas, y la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, han presentado su dimisión a la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, quien las ha aceptado.
El detonante ha sido la polémica suscitada por el pedido de trenes de ancho métrico para Cantabria y Asturias. Un caso en el que el encargo acumula más de dos años de retraso y que se había cobrado recientemente el puesto de dos directivos de tercer nivel de Renfe y Adif. Ahora caen piezas mayores y los ceses coinciden con una reunión de la ministra Sánchez con los presidentes cántabro y asturiano. “Es un momento difícil, pero necesario. Debemos ser coherentes con nuestras responsabilidades”, ha señalado la ministra en una comparecencia celebrada esta tarde en Madrid junto a Adrián Barbón y Miguel Ángel Revilla.
Los nombres de los sustitutos han salido dos horas después. Raül Blanco será el nuevo presidente de Renfe, mientras que David Lucas pasará a ser el nuevo secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Los nuevos nombramientos serán aprobados el martes por el Consejo de Ministros.

El primero fue encargado del PERTE del automóvil, que ha acabado siendo un fiasco por su baja ejecución y necesidad de reforma, ante lo que dejó en diciembre la secretaría general de Industria. Blanco es licenciado en Economía por la Universidad de Barcelona; trabajó durante tres años al frente de la secretaria general de Industria. y previamente fue director de Desarrollo Económico del Ayuntamiento de l’Hospitalet y gerente de Estrategia Industria en la Generalitat de Cataluña.
En cuanto al madrileño David Lucas, venía pilotando la política de vivienda del Ministerio de Transportes y era quien negociaba la Ley de Vivienda con Podemos. Doctor en Derecho por la Universidad Carlos III de Madrid, su especialización es la de Derecho Público del Estado.
El revuelo causado por Revilla
El relevo llega varias semanas después de las quejas de ambos gobiernos autonómicos por el diseño erróneo de 31 unidades, encargadas a CAF, para renovar la flota que presta servicio de Cercanías y Media Distancia en Asturias, Cantabria, País Vasco, Galicia, Castilla y León y Murcia. La denuncia pública de Revilla por el retraso en la renovación de flota hizo que saltara a los medios el supuesto problema de que los trenes no cabían en los túneles. Desde el Ministerio de Transportes se ha matizado durante días que los trenes no habían pasado de la fase de diseño, por lo que no se había desembolsado un solo euro.
