El ‘nuevo’ Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) ya está sobre la mesa. La revisión de la estrategia verde española cuenta con 46 medidas nuevas o actualizadas, un fuerte salto en la generación renovable (hasta el 81% de la electricidad verde para finales de la década) y un impulso al PIB de 2,5% adicional gracias a inversiones estimadas de 294.000 millones de euros hasta 2030.
Las nuevas metas, más ambiciosas y alineadas con la crisis energética derivada de la invasión rusa a Ucrania, serán ahora sometidas a discusión. La consulta pública y la recepción de nuevas propuestas será el primer hito de este largo camino, que comenzó el pasado viernes y está previsto concluya el 4 de septiembre, e incluye más de 2.000 alegaciones realizadas por representantes sectoriales desde agosto del año pasado.
Fuentes del Ministerio de Transición Ecológica destacan que, además del impacto de la ofensiva militar rusa en Ucrania y la posterior volatilidad de los mercados energéticos, se suman nuevas hipótesis, el impacto de la crisis sanitaria, y el rápido avance de nuevas tecnologías como el hidrógeno renovable. “Por eso hemos actualizado el plan para hacerlo más ambicioso”, resumen.
El Gobierno debía presentar antes de acabar el primer semestre su propuesta a la Comisión Europea, según se había comprometido previamente con Bruselas. El ‘nuevo’ PNIEC continuará como un borrador, sujeto a modificaciones, hasta su aprobación definitiva, que se espera para junio de 2024. Esto repetiría el proceso del plan original, que se remitió el 30 de marzo de 2020 a Bruselas, fue evaluado en octubre y se acordó finalmente en marzo de 2021, cerrado el estudio ambiental.
Generación eléctrica
La actual hoja de ruta prevé una potencia total instalada en el sector eléctrico de 157 gigavatios (GW), de los cuales el 32% corresponde a energía eólica, el 23% a fotovoltaica y otro 17% para las centrales de ciclo combinado de gas. La actualización ahora eleva a 105 gigavatios de proyectos renovables nuevos hacia el fin de la década, un salto del 77%. La previsión de fotovoltaica, la tecnología que más crece, pasa de los 39 gigavatios (GW) de potencia instalada proyectados hace tres años a los 76 GW que se esperan hoy. La de eólica, por su parte, pasa de 50 a 62 GW.
De acuerdo a las nuevas cifras presentadas este miércoles, para 2030 las energías renovables aportarán el 81% del mix eléctrico nacional, frente al 74% previsto en el documento anterior. Fuentes oficiales han insistido en que el sector es “uno de los grandes motores de la descarbonización”, mientras que la penetración renovable en el consumo final de energía crece hasta el 48%, frente al plan anterior que se limitaba al 42%
Dependencia energética
El texto, que contiene las directrices generales, prevé también una reducción adicional en la importación de combustibles fósiles - en especial, petróleo y carbón - en un contexto en que Europa busca cortar de raíz uno de sus riesgos esenciales. La dependencia energética del exterior cae hasta el 51%, 10% menos que lo previsto hasta ahora, y lejos del 73% de 2019. Eso eleva hasta el 49% el porcentaje de energía primaria autóctona, lo que impacta directamente en la balanza comercial.
La reducción de las importaciones energéticas, que tienen en la actualidad a Estados Unidos como principal socio comercial, generarían un ahorro por hasta 90.700 millones, que impactarán también en el ahorro de las familias y el sector privado. El texto también destaca la reducción del las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, que pasa de la actual meta del 23% respecto a 1990 hasta el 32%.
Vectores
El Ejecutivo ha destacado que la nueva actualización recoge “todos y cada uno de los vectores energéticos” posibles, que serán necesarios para abordar exitosamente la transición energética. En particular, la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen ya había resaltado esta semana el desarrollo del hidrógeno verde y los gases renovables para la descarbonización de sectores donde la electrificación no sea posible.
Por ejemplo, en el caso del hidrógeno se prevé alcanzar el 11 GW de electrolizadores para producir este combustible a través de fuentes renovables. La hoja de ruta incluye la construcción de la infraestructura H2Med entre Barcelona y Marsella, aunque sin objetivos concretos de generación. Otras alternativas como el biogas aumentan sus previsiones de crecimiento hacia 2030 en un 82%, hasta los 440 megavatios.
El plan prevé el cese de la actividad del carbón en 2025, lo que está alineado con la rápida caída en el uso de este vector energético en los últimos años. Los objetivos de generación nuclear, pese a la discusión política en las semanas previas al inicio de la campaña, no fueron modificados y se mantienen en 3,1 GW hacia 2030, un poco menos de la mitad que en 2025, fiel al calendario de cierre pactado en 2019.
Inversiones
La hoja de ruta estima la movilización de una inversión de 294.000 millones, de los que un 85% será privada y solo un 15% será de carácter público (11% de origen europeo). Alineado al resto del plan, la mayor parte, el 40%, será para la generación renovable, el 29% para ahorro y eficiencia y otro 18% para las redes energéticas. La nueva cifra supone un incremento del 22% frente al gasto estimado originalmente, fijado en 241.000 millones.
Los días previos a la presentación oficial han servido al Gobierno para resaltar los logros de la última legislatura. Los diferentes voceros del Ejecutivo han destacado de manera constante que España se ha convertido en un país puntero en energías renovables y ha pasado a formar parte del ‘top ten’ de países más atractivos para invertir en energías verdes.
La expectativa es que estas inversiones impacten sobre el PIB con un incremento adicional del 2,5%, lo que generaría hasta 522.000 hacia 2030.
Impacto en los hogares
El plan oficial espera rehabilitar 1,38 millones de viviendas en España, un 13% más que lo previsto originalmente. Esto es parte de los esfuerzos en materia de eficiencia energética, que alcanza una mejora del 44% con respecto al escenario de referencia 2007, mientras que en el PNIEC anterior se situaba en el 41,7%.
A esto se suman otras metas nuevas, alineadas con los objetivos europeos, como la meta de consumir un 73% de energía renovable en los edificios o disponer de 19 gigavatios de autoconsumo.
Aagesen había adelantado hace varias semanas que se revisarán los objetivos de autoconsumo. Según los datos de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), en 2022 se instalaron 2,5 GW de autoconsumo, con un incremento del 108% respecto a 2021, lo que equivaldría a tres grandes centrales eléctricas.
El borrador del plan oficial, además de incorporar el autoconsumo como elemento diferenciado dentro de las medidas, eleva las previsiones hasta los 19 GW. Esto duplica el objetivo mínimo de la Hoja de Ruta del Autoconsumo, que a finales de 2021 establecía metas de entre 9 y 14 gigavatios.
En lo que respecta a movilidad, el PNIEC ilustra la confianza del Gobierno en la evolución acelerada en los próximos años de la movilidad eléctrica. La expectativa es que hacia 2030 el parque de vehículos eléctricos sea de al menos 5,5 millones de unidades, un 10% más de lo previsto originalmente.