
Alemania, Dinamarca, Holanda, Luxemburgo, Finlandia, Lituania y Eslovenia distribuyeron una carta conjunta en la que se posicionan en favor de una reforma leve del mercado mayorista eléctrico frente a planteamientos como el español mucho más ambiciosos e intervencionistas.
Los siete países implicados reclaman que se retengan los beneficios de la integración del mercado eléctrico europeo, en línea con la petición tanto de las eléctricas como de los operadores de mercado y los traders. Esto supondría mantener que las unidades de generación con menor coste fuesen las disponibles para satisfacer la demanda y la libre formación de precios.
Según el estudio que elaboró ACER, el regulador europeo, el año pasado, este extremo había permitido un ahorro de 34.000 millones durante la última década comparado con una situación de falta de intercambios eléctricos.
Los países firmantes reclaman además que se mantengan los incentivos para invertir en la transición verde, un extremo que, por ejemplo, las eléctricas creen que se pone en riesgo con la propuesta española de intervenir los precios de la nuclear y la hidráulica.
Según el texto de la carta, se defiende el único punto que parece común en todas las posiciones y es la incorporación de mecanismos de contratación como los CfD y los PPA en mayor medida para incrementar las contrapartes del sistema y reducir la volatilidad de los precios frente a situaciones de crisis como la actual.
Los siete países insisten en que no se deben adoptar medidas de cambios de calado sin los estudios pertinentes y en medio de una situación de crisis.
